Peter Sweatman, Rapporteur
Reporte que resume el trabajo de cuatro años del EEFTG como una plataforma para convocar a responsables políticos, instituciones financieras y otros actores del sector para mejorar la comprensión de las diferencias técnicas y políticas existentes para ampliar los flujos financieros hacia las inversiones en eficiencia energética.
Durante este periodo, EEFTG tuvo como objetivo influir de forma positiva en las prácticas de las instituciones financieras, proporcionando el conjunto adecuado de herramientas para que puedan promover de manera efectiva la modernización a gran alcance a los sistemas industriales, e infraestructuras del mundo que se requiere para conseguir una economía global energéticamente eficiente.
En la actualidad, las inversiones en eficiencia energética a nivel mundial se encuentran en una encrucijada. La innovación en los modelos de negocio, prácticas financieras, gestión de datos, digitalización y tecnología está permitiendo la optimización del transporte, los edificios y los sistemas industriales.
Este reporte describe las medidas integrales para ofrecer una mayor rentabilidad para los inversionistas. Estas medidas también son necesarias para acelerar las reducciones de emisiones requeridas para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París y hacer crecer el mercado de bienes y servicios energéticamente eficientes a miles de millones de dólares.
Hitos de 2019 incluyen:
La organización de la Cumbre Global G20 sobre la Financiación de la Eficiencia Energética, la Innovación y las tecnologías limpias (G20 Global Summit on Financing Energy Efficiency, Innovation and Clean Technology) en junio.
Esta cumbre fue un evento paralelo de la Presidencia japonesa del G20 y se llevó a cabo previamente a la Conferencia Ministerial del G20 sobre Transiciones de Energía y Medio Ambiente para el Crecimiento Sostenible Global (G20 Ministerial Meeting on Energy Transitions and Global Environment for Sustainable Growth) que tuvo lugar en Karuizawa, Japón. Cabe mencionar que la cumbre tuvo como resultado la Declaración de Tokio (Tokyo Declaration), donde más de 150 delegados y participantes acordaron la mejora de la visibilidad y el rendimiento energético de las inversiones en activos.